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Informacion General |
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La historia de Wave House se remonta a California. Las olas artificiales comenzaron como un sueño de Tom Lochtefeld (dueño y creador) por crear olas infinitas. Este surfista creció en La Jolla, California; se graduó de Derecho en la Universidad de San Diego y comenzó una carrera como abogado y corredor de propiedades. Su trabajo como asesor en la construcción de parques acuáticos como Raging Waters en San Dimas, California, lo llevaron a desarrollar su sueño de una más perfecta y desafiante ola artificial, que pudiera ocupar menos espacio, pero a la vez ofrecer mayores emociones y desafíos.
Esta fantasía comenzó a hacerse realidad en 1990, cuando Lochtefeld construyó sus primeras olas artificiales – inicialmente en Texas y más tarde en Bo, Noruega. En este desafío de crear las más avanzadas tecnologías para la práctica del surf y otras disciplinas en ola artificial, Lochtefeld contó con verdaderos genios del deporte y la ingeniería como Cark Ekstrom, Tom Morey, Tony Hawk, Kelly Slater y Terje Haaksonsen.
Y mientras los ingenieros creaban mejores olas, los riders y surfistas imaginaron, a su vez, las mejores tablas para montarlas. Así, rápidamente el sueño se hizo realidad: que cualquiera, sólo con las ganas de hacerlo, pudiera surfear sin restricciones ni riesgos.
Las olas de Wave House fueron diseñadas para estimular la sensación del surf en un ambiente controlado, pensando siempre en la seguridad del usuario. Son una atracción para deportistas y aficionados de todas las edades y niveles de habilidad, incluso para quienes nunca se han acercado a una tabla, y que pueden practicar tanto en un bodyboard – recostados o de rodillas – o en un flowboard – de pie – para dominar una ola.
Hoy, Wave House se ha expandido en todo el mundo, manteniendo su base en San Diego, California, pero también con oficinas en Durban, Sudáfrica; y Sentosa, en Singapur. |
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